26.6.11

Lo conocen hasta los perros

Si usted cree, querido lector, que el perro es el mejor amigo del hombre, éste no es el caso. Al que conocían hasta los canes -me enseñaron a no repetir-, era Don Francisco de Chinchilla, que pasará a la historia por ser uno de los tipos más odiado por los pichichos. Según cuentan, allá por el siglo XVII, este señor tuvo la fortuna de ser alcalde de Casa y Rastro de Madrid, pero que tuvo la desgracia de terminar degollado en un cadalso. Sucede que Don Francisco no tuvo mejor idea que intentar erradicar a los perros de la capital española porque los creía transmisores de enfermedades. Los cazaba a sangre fría y también los engañaba con morcillas envenenadas. Los perros, que son fieles pero nunca estúpidos, le sacaron la ficha y cuando Don Francisco les pasaba cerca le chumbaban, aullaban y hasta mordían. De allí el dicho popular en cuestión. A Chinchilla, personaje malvado si los hubo en la historia, lo conocían hasta los perros.

2.9.07

No es moco de pavo

Se dice que algo "no es moco de pavo" cuando se desea enfatizar que se está tratando un tema importante o trascendente. El origen de la frase, sin embargo, tiene poco que ver con su uso actual. El diccionario define moco de pavo como "el apéndice carnoso eréctil que el ave tiene sobre el pico". Pero el dicho proviene de la época en que se usaban los relojes con cadena. Ésta era una provocación para los ladrones, que aprovechaban las aglomeraciones de gente para manotear el reloj y dejar la cadena que lo sujetaba. A las víctimas, llamadas pavos en la jerga marginal, las cadenas --generalmente de escaso valor-- les quedaban colgando como el citado moco de la citada ave del orden de las galliformes. Por lo tanto, el moco de pavo, es decir la cadena, era algo de ínfimo valor. De ahí que la negación denote trascendencia. ¿Me entienden? Si no es moco de pavo, en consecuencia, tiene muchísima importancia.

31.8.07

Cortar el bacalao

El bacalao fue, durante mucho tiempo, un elemento básico en la alimentación de los pobres. Y la misión de cortarlo era reservada a los jefes de familia. En consecuencia, el que "corta el bacalao" es aquél que manda en una sociedad o entre cualquier grupo de personas. Ahora, por estas latitudes, la frase tendría idéntico sentido, ya que el precio del bacalao es altísimo. Por ende, el que lo corta es el que lo consigue... Y el que lo consigue, seguramente, tiene un alto nivel adquisitivo...

3.8.07

Como turco en la neblina

Yo siempre imaginé que en Turquía no hay posibilidad alguna de que se produzca neblina... Y que ése era el motivo que originó el tan trillado dicho. Sin embargo, tal como sucede con frecuencia, estaba equivocado. La frase es producto de una larga deformación y para entenderla hay que partirla en dos. Primero es necesario aclarar que en "turca" en España es sinónimo de borrachera. ¿Por qué? Surge del vino puro, sin rebajar, al que rotularon como vino moro o vino turco, ya que no estaba bautizado. De ahí nace la expresión "agarrarse una turca" --nada que ver con hacer una turca*--. ¿Y lo de la neblina? Es producto de algún genio popular que imaginó las peripecias que tendría que hacer un borracho para llegar a su caso en medio de una espesa niebla. A partir de entonces, se usa para describir a alguien que está completamente desorientado, sin importar si bebió o no.

*PD: ¿Por qué a lo que los argentinos lo llaman "hacer una turca", los españoles le dicen "una cubana", los franceses, "una española", y los chilenos, "una rusa"?

2.8.07

Andá a contarle a Magoya

Investigando en la red se puede llegar a concluir que Magoya, al igual que Montoto, es un NN. No existen definiciones ciertas sobre el origen de ambas expresiones, más allá de que estos dos términos comparten cartel con Fulano, Mengano y Zutano, que son "personas indeterminadas o desconocidas", según la RAE. Lo mismo corre para Cadorna, aunque este último sí fue de carne y huesos. Luigi Cadorna fue un mariscal italiano de principios del siglo XX que no tuvo mucha fortuna en el frente de batalla por su nula capacidad de decisión. De ahí su vinculación con artefactos o servicios de mala calidad. Sin embargo, Magoya no tiene parentesco alguno con ningún ser viviente (más allá de la existencia de un tal JL Magoya que se dedica a la música). Cuando uno cita a Magoya trata de expresar incredulidad. Un buen ejemplo es el tango escrito por María Elena Walsh. A continuación, la letra que fue acompañada por la música de Homero Expósito.

Hay un coso que nunca da la cara,
Dios berreta que está en ninguna parte,
comodín que inventás para quejarte
cada vez que te venden un buzón.

Andá, contásela a Magoya
la de comboys que nadie te creyó,
discurso de milicos
o cheque volador.
Estamos hasta aquí de cuentos chinos.
Andá, contáselo a Magoya
que pagariola tu desilusión,
y el cuento de que Dios es argentino
andá corriendo, contáselo.

Hay un nadie que es víctima de todos
y es anónimo rey de la macana,
barretín que inventás de mala gana
cuando ves tanto crimen sin autor.


1.8.07

La concha de la lora

Se diferencia de "la concha de tu madre" porque ésta significa algo así "andá a cagar" o "andá a la mierda". Lo mismo corre cuando te mandan a la de tu abuela o a la de tu tía. Es decir, te mandan un poquito más lejos que la mierda (no sé muy bien adónde queda, aunque me pidieron que vaya para allá varias veces)... Ofrezco disculpas por la cantidad de palabrotas, pero sabrán entender que son necesarias para explicar el origen de la frase en cuestión. En el caso de "la concha de la lora" es necesario ir al diccionario de lunfardo. Se les decía loras a las prostitutas, obviamente en forma despectiva. Y, según cuenta la leyenda, la frase nació del ingenio de una esposa enfadada. Enojada con su marido, le negó sus partes íntimas (¡cuánta pacatería!) y le dijo: "Si querés tener sexo, andá a la concha de la lora". O sea, en casa no iba a tener satisfacción alguna sobre la catrera... Tendría que conformarse con una chica por hora. A partir de allí, su uso tomo vida propia para denotar frustración o enojo. Nada que ver con mandar a alguien de viaje a la conocida localidad de Plumas Verdes... ¿En qué provincia queda?

Fuente: Mataburros lunfa

Como bola sin manija

..puedo rechazar la ternura
o mendigarla como hace unas horas
puedo vivir alternativas viejas o recientes
fáciles y peligrosas

puedo elegir mi destino
aunque no sepa darle forma adecuada
ni por dónde empezar...

Hace referencia a las boleadoras, un instrumento de caza indígena que fue adoptado por los gauchos para la caza de animales. Consta de tres bolas (de piedra, plomo o hierro forradas con cuero), sujetas entre ellas por una cuerda. La más pequeña, sujeta a una cuerda, se usa para arrojarla o bolearla. La frase se usa para ilustrar una situación de desconcierto. Como intro, un pequeño obsequio de Paco Urondo y su versión de "Como bola sin manija".



31.7.07

A seguro se lo llevaron preso

Da a entender que nadie está libre de que le suceda algo, tanto bueno como malo. Se trata de un dicho de origen español que habría nacido de "a Segura se lo llevaron preso". Resulta que en la villa de Jaén estaba el castillo de Segura de la Sierra, que durante un buen tiempo funcionó como prisión. Se cree entonces que es una deformación de una respuesta meramente geográfica (se lo llevaron preso a ese lugar). Por otro lado, la leyenda cuenta que en Segura convivían delincuentes comunes y personajes de cierta alcurnia. Y existe la posibilidad, de acuerdo a los investigadores, de que la expresión tenga otra connotación. Algunos sostienen que responde a que cualquiera que cometa un delito puede quedar tras la rejas sin importar su condición social.

Fuente: Del dicho al hecho

Un día de perros

Debería ser usado exclusivamente para los días de mucho calor... Pero su uso se extendió para jornadas abarrotadas de problemas. Primero hay que remitirse a la canícula, que es el período más caluroso del año. En la mitología griega, Canículo era el perro de Orion. También Júpiter tenía un pichicho llamado Canícula, que regaló a Europa para que le sirviera de guardián. Este mismo can pasó de Minos a Procris, que a su vez se lo regaló a Céfalo, y así fue pasando de mano en mano...
Como expresión de fastidio, la frase era usada por los griegos en referencia a los calores excesivos que se producían con la aparición de la estrella del Can Mayor o estrella de Sirio, también llamada del Sol, porque nace y se pone con éste. Con el fin de apaciguar la canícula, se le dedicaban ceremonias como a una divinidad que era representada mediante un perro de color rojizo, en alusión al color del Sol. De ahí, un día de perros...

Fuente: El refranista

La verdad de la milanesa

Surge del eterno debate sobre el origen de este plato tan característico en la Argentina. Al principio, se aceptaba que la carne empanizada nació en Viena, ya que un clásico de la cocina austríaca es el schnitzel, muy parecido a una milanesa, luego difundido como wiener schnitzel o escalope vienés. En 1948, el mariscal austríaco Radetzky, enviado al norte de Italia para frenar la rebelión contra los Habsburgos, descubrió en Milán la receta original, la de los lombardos, que preparaban un escalope, impregnado en huevo y pan rallado y frito en manteca. Radetzky regresó a su país con la novedad de la receta mucho más antigua que la del wiener schnitzel. De esta manera comenzó la controversia sobre su origen. Luego, para colmo, intervinieron los alemanes, que presentaron un manual de cocina berlinesa de 1838, en el que describían la técnica de empanizar la carne. También ellos reclaman la paternidad de la milanesa. Sin embargo, en los menús de los restaurantes de Europa, incluida Italia, la preparación figuró hasta 1900 con su nombre austríaco (escalope a la viennoise).
¿Un dato más? La tradicional milanesa a la napolitana sí es un invento argentino. Es propiedad de José Nápoli que tenía una fonda frente al Luna Park. En un acto de creatividad, utilizó jamón, queso y salsa de tomate para disimular unas milangas que se le habían pasado del dorado habitual a un joven e inexperto cocinero. Primero la bautizó "milanesa a lo Nápoli", que luego devino en la suculenta y tentadora napolitana.

Fuente: Historia de la cocina

No hay tu tía

Expresión que se emplea para decir que no existe solución. Tiene su origen en un ungüento medicinal que se aplicaba como remedio para todos los males: la "atutía" o "tuthía". Era una mezcla de óxido de cinc y otras sales metálicas utilizada por los árabes con fines oftalmológicos. El dicho "no hay tu tía", derivación de "no hay atutía", se empleaba para indicar que una enfermedad no tenía remedio ni siquiera aplicando el preparado.

...y el pescado sin vender

En épocas en las que no existían los modernos métodos de refrigeración y congelación, el vendedor de pescados tenía su mercadería desde la mañana temprano. Con el correr de las horas, las piezas se iban deteriorando. Por eso, si a cierta hora del día no se habían vendido, el hombre comenzaba a preocuparse.

Fuente: Dichos y refranes